Elegir una oposición es solo el primer paso. Conocer cómo es el examen de oposición puede marcar la diferencia entre aprobar o quedarse a las puertas.
Muchos opositores se arrepienten de no haber entendido bien la estructura o los tiempos de su examen. En esta guía te explicamos los principales tipos de exámenes de oposiciones, sus características y cómo prepararlos correctamente.
Exámenes tipo test en oposiciones
El más habitual de todos. Generalmente, el examen tipo test consta de un enunciado y cuatro posibles respuestas, de las cuales solo una es correcta.
Por norma, cada pregunta incorrecta resta puntuación y el tiempo total del ejercicio no suele superar los 120 minutos.
Estas pruebas están diseñadas para comprobar tus conocimientos sobre leyes, normas u otras directrices establecidas por el tribunal de oposiciones.
Tu éxito dependerá, en gran parte, de tu capacidad de practicar test de forma repetida y analizar los fallos.
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Examen de supuesto práctico
De estructura similar al test, las preguntas se basan en situaciones reales donde el opositor debe demostrar cómo aplicaría sus conocimientos en el puesto de trabajo.
La duración varía según el organismo, aunque suele estar entre 60 y 90 minutos.
Es fundamental que dispongas de temarios y recursos específicos para esta parte, ya que dominar el supuesto práctico puede ser decisivo para conseguir la plaza.
Examen físico
En oposiciones como Policía Nacional, Guardia Civil o Ejército, existen pruebas físicas eliminatorias.
En las últimas convocatorias, el nivel ha subido notablemente. Si no practicas deporte de forma regular, debes valorar tu punto de partida y planificar con tiempo.
Consulta las marcas mínimas de las últimas convocatorias y auto-evalúate para conocer tu progreso.
Tu éxito dependerá de la constancia física y alimentaria.
Examen de preguntas cortas
Este formato, más común en escalas superiores, busca reducir la subjetividad de las respuestas.
Se valora la capacidad del opositor para ofrecer una respuesta literal y precisa de artículos o párrafos del temario.
Para afrontarlo con éxito, debes esquematizar los temas, memorizar con lógica y evitar confusiones entre contenidos similares.
Desarrollo y exposición de un tema ante tribunal
Este tipo de examen suele generar respeto entre los opositores.
Consta de dos partes:
Desarrollo escrito de un tema (generalmente se elige entre dos opciones).
Exposición oral ante el tribunal.
Para superarlo, es esencial tener una buena capacidad de estructuración, seguridad al hablar y dominio del contenido.
Muchos aspirantes que llegan con buenas notas a esta fase caen por no haber practicado la exposición oral.
Otras tipologías de exámenes
Aunque las anteriores son las más comunes, algunas oposiciones incluyen pruebas adicionales:
Test psicotécnico o de personalidad
Examen práctico de informática
Prueba de mecanografía
Ejercicio de idioma extranjero
👉 Antes de presentarte, revisa siempre la convocatoria oficial y asegúrate de conocer todas las fases de tu oposición.
Preguntas frecuentes sobre los exámenes de oposiciones
¿Qué es un examen de oposiciones?
Es una prueba en la que una persona (opositor) debe demostrar sus conocimientos sobre un temario determinado por el tribunal de oposición.
¿Qué es un examen tipo test en oposiciones?
Aquel en el que el opositor debe seleccionar la respuesta correcta entre varias opciones.
¿Qué es un examen de preguntas cortas?
Un examen en el que se responden cuestiones de forma breve y concisa, generalmente basadas en la literalidad del temario.
¿Qué es un examen de desarrollo y exposición de tema?
Consiste en redactar un tema y defenderlo oralmente ante un tribunal.
Conclusión
Conocer el tipo de examen al que te enfrentas es clave para planificar tu estudio y elegir los recursos adecuados.
Ya sea tipo test, práctico, físico o de exposición, recuerda que la práctica constante es la base del éxito.
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